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20 de marzo de 2014

Opinión Pública y Medios de Comunicación (I). Una aproximación conceptual.

imagen extraida de: www.whale.to
“Por espacio público entendemos un ámbito de nuestra vida social en el que se puede construir algo así como la opinión pública. La entrada está fundamentalmente abierta a todos los ciudadanos. En cada conversación en la que los individuos privados se reúnen como público se constituye una porción de espacio público (…) Los ciudadanos que se comportan como público, cuando se reúnen y conciertan libremente, sin presiones y con la garantía de poder manifestar y publicar libremente su opinión, sobre las oportunidades de actuar según intereses generales. En los casos de un público amplio, esta comunicación requiere medios precisos de transferencia e influencia: periódicos y revistas, radio y televisión son hoy tales medios del espacio público. Hablamos de espacio público político distinguiéndolo del literario cuando las discusiones públicas tienen que ver con los objetos que dependen de la praxis del Estado. El poder del Estado es también el contratante del espacio público político, pero no su parte. Ciertamente, rige como poder “público”, pero ante todo necesita el atributo de la publicidad para su tarea, lo público, es decir, cuidar del bien general de todos los sujetos de derecho. Precisamente, cuando el ejercicio del dominio político se subordina efectivamente a la demanda pública democrática, logra el espacio de lo público político una influencia institucional en el gobierno por la vía del cuerpo legislativo. El título “opinión pública” tiene que ver con tareas de crítica y de control, que el público de los ciudadanos de un estado ejercen de manera informal, y también de manera formal en las elecciones periódicas, frente al dominio estatalmente organizado”. (HABERMAS, 1973).

La definición de Habermas de opinión pública pasa, como queda manifiesto, por una diferenciación conceptual, distinguiéndose la opinión pública como elemento aparecido en el espacio público en dos vertientes. Por una parte la opinión pública como simple manifestación de la voluntad, del instinto social e incluso de las necesidades. En este sentido “todo” puede ser objeto de opinión pública, pues ésta se manifiesta, en cierto sentido, como conciencia social, como expresión en un espacio determinado en lo que, en palabras de Habermas, llamamos “espacio público”. Por otra parte, se hace latente la definición de “opinión pública de lo político”. Ésta será la definición de opinión pública a la que nos atendremos, puesto que es la que se referirá a aquellas discusiones insertas en la conciencia social que tienen que ver con la praxis del Estado y, en consecuencia, con las actuaciones del poder Político que domina las estructuras estatales. La praxis del Estado, tal y como la concibe Habermas, es objeto de la opinión pública pero nuestra reflexión quiere ir más allá.
¿Es posible el dominio de la opinión pública? ¿Cuáles han de ser los criterios de independencia de los medios de comunicación? ¿Quién mueve los hilos de los medios de comunicación de masas? Evidentemente, el concepto de Democracia, aún latente en nuestras sociedades, se establece desde los principios de libertad de información, prensa libre, pero en ocasiones los hechos manifiestan situaciones contrarias a los mismos, más aún cuando entramos en la valoración de medios de comunicación de carácter público, financiados con dinero público y en donde la incidencia de decisiones políticas son más propias de la propaganda partidista que de la información libre y plural.
En resumen, la opinión pública es el resultado de la conciencia social sobre la aplicación, manejo y conducción por parte de la clase política del aparato estatal. El estado en sí es una estructura manejada por la clase política, haciendo hincapié en que la opinión pública sobre lo político ha de referirse al manejo del mismo, puesto que el estado carece de conciencia y de opinión. Esta conciencia y opinión de la que carece es otorgada por “el político” de turno que ejerce el control del mismo con los parámetros dotados por el régimen democrático.
En el fondo de la cuestión, el problema radica en la concepción de lo privado y lo público. Los medios de comunicación de masas, por regla general, obviando las particularidades de los medios de comunicación públicos necesarios también en aspectos concretos, son propiedades privadas que ejercen el derecho de información, sesgada a conciencia por la propiedad del medio. Pero éste no es el tema a discutir.
Volviendo al concepto de definición pública y resumiendo desde un aspecto psicológico del concepto, éste se entiende como la suma de las opiniones y actitudes individuales. En este sentido las opiniones serán el reflejo del pensamiento de los individuos, conformando un fenómeno colectivo que puede manifestarse de diversas maneras. Podríamos valorar como manifestaciones de la opinión pública, en el ámbito de lo político, las comunes, en tiempos menos convulsos y en los que no existe una desconexión de la Sociedad Civil con la clase política, en la manifestación de la opinión, ejercicio de la libertad de expresión, etc. Por otra parte en tiempos convulsos, de desconexión de sujetos, podremos encontrar manifestaciones de la opinión pública de diversos y variados modos, en la protesta, las huelgas, los paros sectoriales, las manifestaciones y, en circunstancias más adversas y crispadas, en alborotos y rebelión ciudadana.
Por otra parte, se ha de matizar que la ruptura del equilibrio de poder y la consideración de “opinión pública” como objeto puramente legitimador del poder no está exenta de peligros. En ocasiones la opinión pública ha sido entendida desde un punto de vista negativo enfrentado al concepto de “verdad”. El peligro en nuestros días pasa, en palabras de Ortega y Gasset, en que la masa corrompa el sentido de lo real y la verdad por “lo relativo de la verdad” y la mediocridad. Aún así, la opinión pública se define como un bien público e inevitable, natural y propio de sociedades democráticas puesto que, en definitiva, no podríamos entender la democracia sin ella. 


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