imagen |
Ahora bien, ¿por qué para el ciudadano todo esto se ha convertido en un simple ejercicio de demagogia? ¿por qué se ha enraizado una desconfianza tan grande hacia la clase política y, lo que es peor, en el sistema democrático? ¿cree el ciudadano europeo en la democracia, en la eficacia de su opción? Notablemente la respuesta parece ser no. Pocas horas después de haberse iniciado la jornada electoral, la abstención ha tomado protagonismo. La desafección parece ser palpable, y mientras los políticos siguen animando a la participación no queriendo asumir que sufrimos un divorcio traumático entre la sociedad civil y las élites políticas que puede ampliarse en una creciente desconfianza hacia las instituciones políticas y públicas.
Nadie puede saber qué nos deparará el futuro. Quizá este nos exija una reflexión de todos. Lo que sí que parece claro es que quedarse en casa, ser simple espectador de lo que acontece fuera del sofá, no parece la opción más acertada.
No hay comentarios :
Publicar un comentario